La nube híbrida es una de las soluciones de vanguardia para optimizar procesos tecnológicos.


CONSTRUYE TU FUTURO CON TECNOLOGÍAS DE LA NUBE

Pocas veces nos detenemos a pensar en toda la tecnología que hace posible muchas de las comodidades de nuestra época, como la posibilidad de acceder a una aplicación bancaria desde nuestro smartphone, realizar trámites de todo tipo en apenas segundos, o pasar un fin de semana de relajo devorando nuestra serie favorita.
Avances como estos y tantos otros se enmarcan en un proceso de digitalización de servicios que avanza constantemente.

¿Qué tienen en común?

Ninguno de ellos sería posible sin la silenciosa revolución tecnológica que ha significado la irrupción de las tecnologías de la nube o cloud computing en el mercado de la informática corporativa.
La nube supone un cambio de paradigma elemental en el mundo de la informática: dicho en simple, lo que hace es trasladar las tareas de procesamiento de la información desde el dispositivo que utiliza el usuario -la terminal- hacia un servidor externo, en el cual operan aplicaciones que habilitan diversos servicios para el cliente o el personal de una organización.

La llamada “nube híbrida” se encuentra a la vanguardia de esta tendencia:


La nube híbrida es un sistema de infraestructura en Tecnologías de la Información (TI) que combina elementos de nubes privadas y públicas en forma coordinada, para ofrecer un servicio “transparente” para el usuario, es decir, que su interacción con el servicio no varía según la aplicación se ejecute en un entorno de cloud privado o público.

La nube privada comprende toda la infraestructura de TI -física o virtual- que una empresa respalda en servidores o data centers propios, independiente del lugar donde se encuentren. En muchos países la normativa exige que ciertos datos de alta sensibilidad se alojen exclusivamente en nubes privadas, en industrias como banca, salud o sector público, ya que de esta manera dicha información y su tratamiento quedan sujetos a la legislación local. Por otra parte, al ser una nube propia, las organizaciones tienen control total sobre su administración. La principal desventaja de un entorno de nube 100% privado es que estará siempre limitado a la inversión en tecnología que pueda realizar el propietario.

La nube pública, por otra parte, se refiere a la tercerización de la infraestructura de TI, la que es proporcionada por un proveedor externo. Esto quiere decir que una nube pública consiste en la contratación de una determinada capacidad informática como servicio. Al contratar un servicio de nube pública las empresas no necesitan realizar grandes inversiones en insumos físicos -como data centers o servidores de gran capacidad- lo que elimina importantes barreras de entrada para las empresas tecnológicas emergentes. Algunos de los proveedores globales más importantes de nube pública son Azure de Microsoft, AWS de Amazon, Google Cloud o IBM Cloud.

Así, la nube híbrida resulta de la unión de ambas plataformas, de forma que se obtiene mayor flexibilidad tanto en su operación como en el manejo de los datos. De esta forma, la nube híbrida expande las posibilidades para el desarrollo de aplicaciones y el aumento del espacio de almacenamiento. Su uso permite ciclos más rápidos y estimula las prácticas innovadoras.

SOLUCIONES HECHAS
A LA MEDIDA

Para implementar una infraestructura de nube híbrida en la empresa, los expertos de Red Hat, compañía líder en soluciones de código abierto, recomiendan en primer lugar una estandarización operacional de la infraestructura de TI actualizando las aplicaciones legadas, y tomando como base sistemas operativos de amplia aceptación, como es el caso de  Linux. Después de este paso, es posible montar y ofrecer servicios de nube privada como métricas, autoservicio y cuotas, entro otros.
Las tecnologías de código abierto son la mejor manera de potenciar las ventajas competitivas que ofrece la nube híbrida. El open source permite una rápida creación de servicios, dado el modelo de colaboración directa que ofrece para el desarrollo de software. El código abierto destaca por su flexibilidad y rapidez de innovación, así como por la posibilidad de adaptarse a las necesidades particulares de cada empresa, generando una sinergia con la nube híbrida.


Entre los beneficios de una implementación de nube híbrida destacan la escalabilidad, la flexibilidad y la seguridad. Cada empresa crece a su propio ritmo, y los servicios que necesitan cambian con el tiempo. Por ejemplo, una compañía que vende productos a través de su sitio web necesitará aumentar los recursos que tiene a su alcance para fechas de alta demanda, como San Valentín o Navidad. Con la nube híbrida, basta solicitar a su proveedor un aumento temporal en la capacidad de sus servidores y luego retornar a un flujo normal.
Gracias a la flexibilidad que otorga la nube híbrida, en la actualidad no es necesario que las empresas inviertan grandes sumas de dinero en servidores o data center, ya que los servicios pueden contratarse de acuerdo con las necesidades y retos que enfrenta la compañía.

VIDEO: Casos de éxito que implementaron soluciones TI 

Las compañías de América Latina no son ajenas a las soluciones en la nube. Según un estudio de la consultora IDC, para el 2020 el 44% del presupuesto en TI de las empresas medianas y grandes será dirigido a la nube.










“La nube es un conjunto de recursos que permiten a una empresa contar de una forma muy rápida con nuevos servicios y servidores donde montar sus aplicaciones”. Roberto Calva, experto en automatización de Red Hat para América Latina.

“El desconocimiento sobre los servicios que ofrece la nube (que incluyen posibilidades como ‘blockchain’, inteligencia artificial y ‘machine learning’) es la principal limitante para su crecimiento en la región”. John Inga, Middleware Solutions Architect de Red Hat Perú. 
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