“La Monja” busca llevar al público en una travesía hacia la oscuridad


Abrevando de fuentes tan diversas como “El nombre de la rosa” y “Drácula“, el director Corin Hardy se hizo de ingredientes que introdujo en un crisol del que surgió la aventura sobrenatural “La Monja“, cinta con la que espera llevar a las audiencias en una travesía hacia la oscuridad.

Entrevistado en Ciudad de México después de una proyección de la película para la prensa, el cineasta británico sostuvo que “uno se ve tan consumido por lo que está pasando en el mundo, en la vida real, que ir al cine es un escape, y particularmente ir a una sala (de proyección) y estar sentado en una habitación oscura y ver la historia.”

En el caso particular de “La Monja“, se propuso llevar al público en un viaje y una aventura hacia la oscuridad, “con los personajes haciendo frente a sus demonios personales y dudas.”

En la cinta, el padre Burke, un sacerdote experto en fenómenos oscuros y con recuerdos perturbadores (interpretado por el mexicano Demián Bichir), es enviado por el Vaticano en la década de 1950 a una abadía en Rumanía -la región de Transilvania, nada menos- para determinar si el lugar sigue siendo santo luego de que una monja se suicidara en el recinto.

Le acompaña la hermana Irene (Taissa Farmiga, Estados Unidos), una novicia cuyos propios recuerdos e inquietantes visiones de la infancia le han impedido hacer sus votos definitivos. Una vez en la abadía, ambos deberán enfrentar una entidad diabólica (Bonnie Aarons, EE.UU.), así como sus demonios internos.

El director reconoció su deuda con películas de terror y de monstruos como “King Kong“, “Alien“, “El exorcista” y distintas versiones de “Drácula“, como inspiración tanto como fuente de recursos narrativos y visuales.

Pero la película, la más reciente adición al creciente “universo” cinematográfico de “El Conjuro“, se nutre también de fuentes más literarias.

Hardy refirió que “El nombre de la rosa” -basada en la erudita novela homónima de Umberto Eco sobre el fraile medieval William de Baskerville (Sean Connery, R. Unido) quien, acompañado de su aprendiz Adso (Christian Slater, EE.UU.), recibe la encomienda de investigar la muerte de un monje en una abadía- fue una inspiración para los escritores de “La Monja“, James Wan y Gary Dauberman.

Por su parte, Bichir consideró “muy difícil entrar en este territorio en donde el bien y el mal entran en choque de manera tan directa, tan fuerte.”

Es, añadió, “un terreno completamente fantástico por un lado, pero al mismo tiempo también muy presente en nuestros tiempos: el diablo anda suelto, el demonio anda suelto manifestándose de mil maneras.”

Con todo, aseguró que al interpretar a esa figura se sentía “invencible, que es lo bueno de hacer este tipo de personajes.”

Y Taissa Farmiga opinó que la gente siempre tiene una fascinación con esa batalla icónica del bien contra el mal. “Pienso que es seductor porque como humanos no creo que nadie va a ser nunca completamente bueno o completamente malo“, reflexionó.

La actriz señaló que la gente acude a ver este tipo de cintas “por los sustos, por el terror; esa descarga de adrenalina.”
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