I Am Mother, la película de ciencia ficción de #Netflix


¿Puede un robot criar a un humano? ¿Qué le enseñará, exactamente? La nueva película de Netflix te interesará si eres un fánatico de la ciencia-ficción.

Los amantes del cine de ciencia-ficción estamos de buenas gracias a esta nueva entrega de Netflix. I Am Mother es una de esas películas que apuestan por la sci-fi más pura, basada en una historia relativamente sencilla que se cimienta sobre un entorno muy simple. La mayoría de la acción tiene lugar en una misma instalación. 

La historia de I Am Mother nos lleva a un futuro en el que algún tipo de desastre parece haber acabado con la gran mayoría de la población humana. En algún punto de la tierra, lo que parece una enorme instalación científica almacena miles de embriones humanos. A su cuidado, solo hay un robot, que al comienzo de la película saca uno de ellos del contenedor e inicia su gestación. Una vez nace el bebé, el robot se encarga de criarlo. Cuando el bebé ha pasado a ser una adolescente, comienza la acción principal de la película.

El robot se llama a sí mismo Madre y la niña es, simplemente... Hija. Ella solo ha conocido a Madre durante toda su vida, que la ha enseñado a valerse por sí sola. De repente, una mujer llama a la puerta de la instalación. Dice que ha sido disparada y necesita asistencia médica urgente...


No diremos nada más sobre la historia, pues parte de la gracia de I Am Mother está en dejarse llevar por los acontecimientos y poner el cerebro a centrifugar con los constantes giros de guión, que hacen dudar todo el rato a Hija acerca de qué es lo correcto. 

No se trata solo de ir averiguando qué esconde la historia, sino también de disfrutar de ciertos debates filosóficos tan propios del cine de ciencia-ficción: ¿quizá es la mentalidad más fría y práctica de los robots la acertada? ¿Qué supone de verdad ser una madre? ¿Lo que pasa al final es "lo correcto"? Precisamente, el final de I Am Mother también os deje pensando un poco sobre qué ha pasado en realidad. Todas las pistas están ahí, pero es cierto que en pequeños aspectos tendremos que atar nosotros los cabos de la historia, lo cual puede parecer un poco tramposo a algún espectador. Para nosotros, da un cierto aire de misterio que resulta interesante.


Desde luego, las casi dos horas que dura esta película de Netflix pasan rápido, porque el ritmo, los misterios y los diálogos con Madre son atractivos e intrigantes. A todo ello ayuda una puesta de escena sencilla pero efectiva, con escenarios fríos y amplios. Pero también es importantísima la actuación de las dos actrices protagonistas, Hilary Swank y, sobre todo, una jovencita Clara Rugaard encargada del complicado papel de Hija. Ella tiene que enfrentarse a algunos momentos de consternación y sufrimiento muy extremos, en los que se entrega por completo.


Para ser la película inicial de Grant Sputor, el resultado es claramente notable. Aquí hay una historia completa, interesante y un poquito perversa, que utiliza los mecanismos más explotados del cine de ciencia-ficción, pero que sabe aprovecharlos para atrapar al espectador. Por momentos, algunos diálogos corren el riesgo de volverse demasiado melodramáticos, pero el conjunto es una historia muy recomendable para cualquier fan de la sci-fi, para que seguramente grite al final... Madres!
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